Templo evangélico de San Lorenzo y Callao

Así se veía en octubre de 2013, cuando Google Street View captó imágenes de casi toda la ciudad.

Se trata de un templo evangélico ubicado en esta esquina. En realidad, el templo en sí está casi en la esquina, por San Lorenzo; lo que sí estaba en la esquina era un salón que evidentemente pertenecía a la comunidad, y que debía funcionar como lugar de reunión.

Meses antes de esta foto, vi como vallaban todo el lote, lo cual, obviamente, me preocupó. El templo es hermoso y además me daba pena pensar que una comunidad religiosa perdiera su espacio.

Sin embargo, con el correr del tiempo lo que pasó fue lo que aquí se puede ver: se demolió el salón de la esquina, mientras el templo en sí permaneció intacto.

O casi, intacto. Las lluvias, las tormentas, y otras cuestiones hizo que el techo del campanario (que se puede ver mejor en esta segunda foto, de costado) se rompiera y finalmente colapsara en gran medida, dejando al descubierto las cabriadas de madera. Cada vez que llovía, el lugar debía inundarse por dentro.

Ahí sí me empecé a preocupar, porque temí que por el abandono el templo quedara dañado irremediablemente.

Por distintas cuestiones dejé de pasar por el lugar, y un buen día al hacerlo de nuevo, vi que el sitio había sido dejado como nuevo. La construcción en el solar de la esquina había comenzado y el templo había sido pintado y reparado al detalle. Así es como se ve ahora:

Impecable, realmente. Es una de las buenas noticias de los últimos días. Ahora es accesible, además; el solar de la construcción fue debidamente separado por un pasillo por el que pasan los albañiles. Como el salón demolido no tenía, al menos de afuera, ningún valor arquitectónico visible (era una caja de ladrillos sin mucha identidad), realmente estamos frente a una situación en la que nadie pierde: se hace un edificio pero no se pierde parte de nuestra historia y nuestro arte urbano.

Ahora sí, arreglen las veredas, por favor...