viernes, 30 de diciembre de 2016

Un ejemplo de cariño y cuidado

No quiero terminar el año con otro bajón por una demolición, así que prefiero poner un caso diferente, opuesto, el de un edificio hermoso que, lentamente, se fue restaurando para volver a tener el esplendor del pasado, pero con algunos detalles nuevos que le agregan un toque diferente, moderno, pero sin perder su belleza.

Una de las ventajas de sacar fotos y fotos, y no actualizar muy seguido el blog, es que uno pasa por ciertos lugares varias veces al año y ve cambios, que luego se pueden reproducir cronológicamente, dando lugar a una reseña mucho mejor documentada que una simple foto. Este es el caso de este edificio, ubicado por calle Santa Fe al 600 (sería en la esquina de Juan Manuel de Rosas, si el Monumento Nacional a la Bandera no cortara esta calle)

Justamente ubicado en una especie de "esquina virtual", el edificio en cuestión está, como se puede ver en esta foto de 2009 (foto esférica cortesía de Fernando Riego, tomada de Google Street View, que no pasó con su auto mágico por esas cuadras) sobre una barranca muy especial. Limita con una plaza también muy particular, que si no recuerdo mal se llama Alto Perú, la cual era uno de los lugares perfectos para robar, violar, asesinar y descuartizar a alguien sin que nadie se entere (por lo oscuro e inaccesible del lugar, que está en subida, tiene recovecos que simulan construcciones incas, etc.). Como puede verse en la foto, el edificio se hunde en la barranca; la plaza no se ve porque es parte de la misma y está debajo del nivel de la calle. Hasta hace un tiempo (ahora está cerrada, por las obras, y espero que la mejoren) era un lugar escalofriante para pasar de noche.

Pues bien, el edificio de al lado está en refacciones desde hace muchos meses. El 25 de marzo de 2016 le saqué la siguiente serie de fotos, todas desde el mismo lugar: el Monumento Nacional a la Bandera (aguante el zoom de mi cámara):










Al rato nos acercamos a la fachada, esta vez de la vereda correspondiente a la obra, por lo que pude sacar fotos más de cerca de los detalles. Se notaba que habían sido quitadas todas las aberturas, pero que aquello no era una demolición. Por ser una zona muy particular de la ciudad, sentía la seguridad de que no sería lastimada.





Me quedé contento, nos fuimos... pero por el ángulo de nuestra partida, no notamos algo que después nos llamó mucho la atención. Días después, el 2 de abril, volviendo de la costa (había mucha gente, recuerdo, por el feriado) vemos que no solo han colocado andamios... sino que la pared medianera a la plaza ha sido dividida para dar lugar a largas ventanas verticales, amén de haber cercado la plaza de abajo. La foto es del celular, así que no tiene tanta calidad; el día estaba yéndose a dormir.





Pasó el tiempo, pasamos varias veces, pero no saqué fotos. Todo estaba más o menos igual, hasta que, hace unos días, el 3 de diciembre, con cámara en mano nuevamente, vimos a qué se iba a dedicar el edificio:

Las letras en dorado dicen "Colegio de Profesionales de la Ingeniería
Civil Distrito II Provincia de Santa Fe"
Era sábado, y al pasar por delante, vimos que había personas dentro, no sé si trabajando, limpiando o cuidando el lugar. Acá se las ve charlando en el balcón más pequeño; se nota que las aberturas ya fueron restauradas y vueltas a poner, aunque faltaba algo de trabajo por dentro.





No puedo esperar a verlo terminado, ya limpio y restaurado queda hermoso. El detalle de las ventanas verticales genera un gran contraste con la primera foto, que recordemos es de 2009. Lamento no tener registro de cómo fue la obra, pero calculo que han tenido que hacer un trabajo importante de apuntalamiento y restauración de la pared, para reforzarla.

El resultado me parece bueno, porque le da un toque "moderno" (por eso del vidrio y la funcionalidad) pero deja intacta la fachada principal. Visto de un lado, parece un edificio más nuevo, pero desde el Monumento, queda todo su abolengo y su gracia art-noveau. Que así sea por mucho, mucho tiempo.

martes, 27 de diciembre de 2016

Una más que se nos va, por Ovidio Lagos al 600

Foto de 2013 de GSV. La del 2015 salió quemada porque
la tomaron en un momento de mucho sol; aquí se pueden
apreciar mejor los detalles.
El otro día pasé, y ya no estaba. Podría haber sido una más para la etiqueta "los perdidos", pero una casualidad, como muchas otras veces, hizo que hace unas semanas pasara por esa esquina, que no frecuento, y pudiera tomar las fotos que siguen.

No recuerdo si fue por un error o porque tuve que tomar un rodeo o qué, pero de pronto estaba en una cuadra que, como dije, no frecuento, pero a pocos metros de una esquina en la que regularmente tomo el colectivo. Como pasa siempre, conocemos muchas esquinas, pero si nos alejamos hacia alguna de las calles, a lo mejor descubrimos un universo totalmente diferente.

En esta cuadra, particularmente, había dos casas tapiadas: la que aparece aquí, y otra más, también antigua pero sin muchos elementos visualmente interesantes a la vista. De fachada plana, sin ningún adorno ni nada que sobresaliera, decidí no tomarle fotografías. Cuando pasé, hace unos días, todavía seguía en pie; lamentablemente la que era más hermosa murió primero.

En esta foto, que amplía la anterior, podemos ver los hermosos remates trapezoidales de ventanas y puerta; el trabajo de las rejas, encomiable, y la presencia de un garaje debajo de un entrepiso. Bien cuidada, porque siempre estuvo bien pintada y limpia, es una verdadera pena que haya desaparecido, especialmente en una zona tan castigada como esta por las demoliciones. Ya he dado varios ejemplos, y tengo algunos más para reportar, aunque no todos tienen la misma importancia arquitectónica y artística, ya que muchas demoliciones son, también, de casas más contemporáneas o de edificios que están en mal estado o que no tienen ninguna cosa sobresaliente o bonita.

Pero bueno, sin más, los dejo con las fotos que saqué ese día en el que encontré esta hermosa joya perdida.

Hermosas "viseras" para las ventanas, con geometría típica art decó.
Otro detalle de la parte superior de la ventana principal; es una pena que la
valla me haya impedido ver más.
Las rajaduras del tiempo, como venas. Como dije antes, se nota el cariño
por la casa, el cuidado.

Detalle de las rejas de la ventana del entrepiso, hermosamente labradas,
y del remate de la puerta, creo que con un detalle de mármol blanco.

Otro ángulo de la ventana principal.

La placa del constructor dice "Antonio A. Grandi Construcciones".
No hay firma de arquitecto, ni en estas fotos ni en las de GSV.





viernes, 23 de diciembre de 2016

El Palacio Fuentes, a lo lejos

Mirando hacia arriba, en el centro rosarino, uno descubre, a veces, que la idea de ciudades grandes, llenas de rascacielos, no coincide. Cierto, en algunas manzanas apenas se puede ver el sol en el mediodía, pero en otras sorprende la cantidad de casas bajas, o, en este caso, de lotes vacíos luego de una demolición (el de acá fue hace años, varios varios años).

Hace unos días, caminando por San Martín, a la altura de San Lorenzo, yendo hacia mitad de cuadra descubrí justamente esto. Una hermosa cúpula perdida entre el cemento y el ladrillo abandonado a los elementos, negro de suciedad y desidia.

Es el Palacio Fuentes. Con el zoom de la cámara al límite, se lo ve mejor. Así que ya saben, si pasan por esa esquina, van a tener la postal en vivo y en directo.




lunes, 19 de diciembre de 2016

Debajo de las calles

Desde hace vaaaarias semanas, una parte del centro de Rosario es un verdadero CAOS. Entre las obras de ampliación de veredas de la calle Maipú entre San Juan y 3 de febrero, las reparaciones de Aguas Provinciales en varios lugares (entre ellos en calle Laprida entre San Juan y San Luis, bruta pérdida de agua y hundimiento del pavimento) y varias cositas más, es tremendamente difícil circular, tanto para personas como para vehículos de todo tipo. A veces no hay vereda, a veces no hay calle, a veces no hay ambas.

En fin, a todo esto se le sumó la reparación de algún problema en alguna cañería, por calle Buenos Aires a la altura del 1100, sino calculo mal. La cosa va mal porque han cortado la vereda de una mano, está reducida la calzada por calle Mendoza, y la calle en sí está abierta como si tuvieran que hacerle cirugía a corazón abierto: zanjas profundas y estrechas acá y allá. A ciertas horas parece una película de zombies: sin gente, con autos estacionados en ambas veredas, a veces incluso a contramano, y todo lleno de tierra y con olor a podrido (un contenedor de basura quedó atrapado con su carga, el camión no puede pasar a retirarlo).

Entre todo esto, de pronto veo que el operado en cuestión tiene "costillas": debajo de la calle, justo abajo de una capa de cemento que sirve de base al asfalto, hay una serie de grandes vigas de madera, posiblemente durmientes. Y no son pocos: están a intervalos regulares, a veces rotos, a veces enteros (incluso vi un pedazo de uno, en la vereda, retirado por los obreros).

El otro día pude sacar estas fotos (perdón por aparecer en ellas, pero es que había tanto sol que ni siquiera veía la pantalla del celular). Me pregunto para qué serán. Supongo que tal vez para soportar el peso y evitar que el paso de los autos pueda compactar demasiado la tierra como para quebrar alguna cañería importante. En ese caso, me pregunto por qué se siguen usando durmientes de madera y no de concreto, mucho más económico y sustentable. O a lo mejor estos son viejos y los dejan porque de otra manera tendrían que rehacer TODA la calle.

Como todo habitante de una ciudad grande en Argentina, tengo mis cuotas de pozos y reparaciones, y he visto un poco de todo. Pero es la primera vez que veo algo así, y me pregunto si otras calles tendrán lo mismo. Vaya uno a saber.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Tapial con detalles art decó

Por distintas razones, hace unos días me di una vuelta por San Nicolás, y qué encontré? Esta hermosa casa con uno de los tapiales más hermosos que he visto. Lamentablemente no tuve tiempo de sacarle fotos, pero GSV me rescata, una vez más.

La casa en sí tiene una fachada linda aunque poco llamativa, pero lo que a mí más me gustó fueron los pilares que sostienen las rejas y puertas, que son otras obras de arte.


Está por la Avenida General Benito Álvarez, a pocas cuadras de la terminal. Esta foto es de hace 3 años; actualmente está casi igual, solo que con el cartel de venta. Espero verla con un feliz dueño la próxima vez que pase.



lunes, 12 de diciembre de 2016

Remodelación extrema

Comentaba en otra entrada el comienzo de la remodelación de una casa antigua en Juan José Paso al 5600. Pues bien, la cuestión avanzó y llegó a alturas poco esperadas.

En primer lugar, las enormes columnas, que justamente tienen una altura bastante poco común para lo que yo pensé que resultaría la remodelación. En estas fotos se las puede ver. El árbol de naranjo, que estaba dando muchos frutos, fue bruscamente podado (espero que por lo menos los albañiles hayan disfrutado de las naranjas), aunque sigue en pie.

El dilema es un poco este: por la presencia de las columnas, calculé que mantendrían en pie una parte de la casa interna, la fachada. Sin embargo ahora no estoy seguro, mientras veo que lo poco que queda se deteriora. Al mismo tiempo, supongo que el árbol sobrevivirá, porque por lógica debería haber sido removido ANTES de empezar las obras. Igualmente, al haber visto cada aberración durante construcciones, no me sorprendería nada.

Actualmente se continuaron las obras, hay una serie de estructuras de madera que me hacen suponer que habrá alguna pared o series de columnas internas. Da la impresión de que se hará una edificación de dos plantas, aprovechando la altura original de la casa y agregando una más. Espero, eso sí, que no inventen ningún tipo de negocio raro, que siga siendo una casa de familia, que se mantenga el portal de la fachada y que ese árbol vuelva a dar fruto en un lindo jardín.

Dio la casualidad de que esta vuelta, cuando saqué las fotos, de nuevo me encontré en un día de lluvia. Los dejo con otros ángulos; desde el colectivo se ve más, pero me resulta imposible sacar fotos cuando estoy arriba.



lunes, 28 de noviembre de 2016

Primavera en flor

Esta es del año pasado, de septiembre de 2015, pero siempre se me olvidaba subirla. Tomada desde la esquina de Santa Fe y Ovidio Lagos.

Como dato a tener en cuenta, tengo que realizar una buena documentación gráfica de ese edificio. Ahora lo están repintando con un color más claro, lo cual no viene mal teniendo en cuenta lo lleno de grafitis que estaba.


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Remodelando bajo la lluvia

En esta entrada de hace unas semanas contaba que esta humilde y casi secreta casa, en una de las zonas más comerciales de la ciudad, mantenía una poco cuidada "fachada" de arbustos. Cerrada con un candado, supuse que se venía el cambio de dueño o tal vez la demolición. Pero no anticipé la remodelación.

Vinieron albañiles que en poco tiempo quitaron los arbustos, así como montones de tierra que sacaron en volquetes. La fachada verde fue reemplazada por chapas, como puede verse, por lo que es casi imposible saber lo que sucede dentro, salvo cuando uno pasa y espía un poquito.


Saqué estas fotos un día en el que ellos no estaban trabajando, por la lluvia, así que tampoco pude ver mucho. Lo que sí pude ver días siguientes es que la casa en sí no fue demolida completamente, sino una parte, la del costado, que daba a una especie de galería. El pedazo de fachada interna que se ve en la siguiente foto de GSV se mantiene. Aunque me extraña ahora ver columnas de cemento armado, con encofrado, surgiendo de la medianera y de dentro del lote, vaya uno a saber qué harán, pero creo que parte de la vivienda se mantendrá, y que tal vez hayan algún primer piso o algo similar.





Ya veremos. Por lo pronto, por lo que sé, al menos algo se ha salvado. Espero que la puerta se mantenga y sea repintada, al menos, para que no se oxide, aunque temo que los arbustos ya no volverán y serán reemplazados por un muro o una reja. O ambas cosas.

Lo que sí murió fue este mueble. Lo encontré bajo la lluvia, quietito y triste, el día en que tomé las fotos del comienzo. No era un mueble de abolengo, ni lujoso, ni en buen estado. Supongo que alguien lo habrá llevado, o tal vez hasta terminó hecho leña. Quién sabe.



jueves, 17 de noviembre de 2016

Monumento a Vicente López y Planes, renovado

Contábamos en esta entrada que, en una de nuestras visitas al Parque a la Bandera, nos habíamos encontrado con un feo caso de vandalismo.

Lo cierto es que en ese momento me pareció raro que la estatua no estuviera sobre el pedestal, pero como no recordaba haberla visto antes, no lo tomé como signo de nada.

Tal parece que había sido retirada justamente para proceder a la limpieza del monumento, que en los últimos días aparecía así, muchísimo mejor:




Una firmita por acá...




Ahora sí, está como debe estar. Esperemos que dure, eso sí.

sábado, 12 de noviembre de 2016

José Hernández vivió en Rosario

Contábamos en la entrada anterior que en Buenos Aires al 800 hay una hermosa casa de Gerbino y Shwarz.

Bueno, a poquitos pasos, en la misma vereda, tenemos otra cosa, que pasa muy desapercibida pero que tiene lo suyo, principalmente desde lo histórico.

Pasé mil veces por ahí y lo que más me llamó la atención fue la composición del lugar. Detrás de la reja, que permite ver todo, hay directamente una escalera y una puerta detrás de un pasillo. Un extraño patio visible desde la vereda, algo poco común en estos años de inseguridad y de recelo, de ocultamiento de las casas. Es evidente que por allí pasó un arquitecto interesante... La puerta, sin comentarios. Sencilla y geométricamente hermosa.







Pero esa misma tarde, en la que ella y yo dábamos una vuelta con la cámara de fotos, me di cuenta de que había una placa. A lo mejor la vi porque siempre paso en el sentido contrario... no lo sé. Lo cierto es que la miro y, ¿qué veo?


"En este solar vivió el Procurador José Hernández durante el año 1871.
Estaba señalado con el número 52 y en él escribió parte del
Martín Fierro editado en 1872.
Homenaje del Colegio de Procuradores de Rosario.
Octubre 20 de 1937."

La verdad, no sabía el dato. Así que mirennos, descubriendo casas hermosas y aprendiendo historia argentina y rosarina, todo en una caminata. Nada mal.