jueves, 10 de diciembre de 2015

Fachada arruinada en Callao casi San Luis

Cada tanto uno pasa por acá, por allá, y encuentra una casa en ruinas. Abandonada, a veces tapiada de manera más o menos rudimentaria. A veces con signos de haber sido ocupada ilegalmente o vandalizada, etc. En la ciudad hay de todo.

Pero a veces uno pasa y encuentra casas en las que parece que la persona que las abandonó se esforzó por destruir todo lo bello que tenían a la vista. He visto un poco de todo: puertas agujereadas para pasar cadenas, fachadas rotas para cruzar hierros que impidan abrir las ventanas, etc.

Nada de eso me había preparado para esta casa.

Por motivos laborales hace unos meses empecé a pasar por ahí y desde el primer día la casa me llamó la atención. Es, o mejor dicho era, una casa de familia como muchas otras edificadas en esa época, los 20s o los 30s. Ahora es una especie de zombie que casi pide que lo demuelan.

Tal vez lo que más duele sean las aberturas. Me encantan las puertas antiguas de madera, porque me encanta la madera y me encantan como están talladas. Creo que no había ninguna necesidad en cortar una pieza tan hermosa: la pared se podría haber edificado por fuera o por dentro, pero no DEBAJO de la puerta amputada.

Lo mismo va para la ventana, que encima de haber sido cortada, fue mutilada también por falta de cuidado y por el paso del tiempo.

Puedo perdonar la pared, el hecho de tapiar una casa de manera tan salvaje; pero lo otro es crueldad sin sentido.

Si seguimos analizando algunos detalles, vemos que en sí la casa no está tan mal, pero esos dos elementos la dejan en un estado realmente doloroso.

Veamos, por ejemplo, las molduras de la parte superior. Sutiles, hermosas, y en buen estado. Por lo menos por ahí no pasó el martillo ni las grietas, que van por otro lado. Tal vez el hecho de que no haya molduras muy grandes ni detalladas fue bueno, porque son las que se rajan y caen más frecuentemente.

El trozo de metal oxidado de abajo a la izquierda me sugiere algún cartel, o tal vez algo diferente, y me preguntó qué sostenía, o para qué está ahí.




Como en muchos casos, la casa encierra un enigma. Mirándola rápidamente al venir de San Luis, uno ve todo lo ya marcado, principalmente la puerta cortada y tapiada. Pero detrás de eso, a un costado del cartel publicitario que ayuda a tapiarla, vemos una enigmática puerta, tal vez uno de los mayores fallos que he visto en fachada alguna. Ni siquiera revocaron el marco. ¿Estará habitada la casa, será esa otra entrada habilitada apresuradamente, porque la que fue tapiada ya no puede ser reabierta? Es posible y probable. Pero no sé si quiero entrar y ver cómo quedó todo por dentro. Ni qué decir que, sin ventanas, seguramente sería una casa más que tétrica.


No hay comentarios:

Publicar un comentario