lunes, 12 de octubre de 2015

Los que vamos perdiendo (I): Laprida y Avenida Belgrano

Estaba pensando abrir esta pequeña sección para comentar el caso de varios edificios antiguos, tal vez anónimos, tal vez no muy notables en lo arquitectónico pero sí en cuanto a lo bello y en cuanto a lo que a mí se refieren. Edificios que no llegué a fotografiar por diversas cuestiones, pero que merecen un lugar en el blog, y que puedo mostrar en gran medida gracias a Google Street View.

Lo que vamos perdiendo es, entonces, una selección de lugares por los que transito y que hemos perdido incluso en lo fotográfico, que no he podido rescatar con la calidad que se merecían.

Lo que no esperaba era tener que inaugurar la sección con este edificio, que me duele en el alma: el de Laprida y Avenida Belgrano.

Hace tiempo que esta joyita de la costanera rosarina está tapiado. Por una casualidad de la vida, resulta que conocí a una de las antiguas propietarias. Desde ese momento, tal vez gracias a algunas anécdotas que me contó, ese edificio me encantó. Tanto es así que hace un tiempo empecé a escribir una novela que se situaba en dicho lugar, y que de alguna manera denunciaba esta depredación arquitectónica que está sufriendo Rosario. Pero por diferentes motivos la trama perdió fuerza y la dejé; no creo que la termine nunca, no al menos con el argumento original.

¿Por qué no le saqué fotos? Si bien transitaba por ahí muchas veces, no tenía la cámara a mano. Además, si bien estaba tapiada, no había cartel de obra ni de demolición (esto puede verse en estas fotos de GSV, que son de marzo de 2015, o sea, hace unos meses). Además, tenía información de que esa casa no se podía demoler porque tenía algún status de patrimonio. Ahora me queda la duda de si la información era cierta o si hubo alguna cuestión "non sancta" para permitir la demolición de una casa que, por otra parte, estaba en perfecto estado.

Los dejo con más fotos, para que la vean mejor.

Vista desde la esquina. Se nota el cuidado por hacer la ochava bien
redondita; lamento nunca haber visto la entrada debido a las vallas.


Desde Laprida se puede ver dónde termina la calle. En el patio de la
casa había un enorme árbol que cubría parte de la calle, cruzando casi
hasta la otra vereda. ¿Quedará? No lo sé. Era parte importante de una
parte de mi novela.

Lamentablemente, aunque busqué no encontré firma ni más datos sobre la casa. Lo que sí recuerdo es que, al mirar junto a la valla en su extremo izquierdo (ya por Belgrano, donde limita con la casa lindera que sobrevivió) se podía leer algo así como "Crexel". Al googlear "Crexel" me apareció Crexell, luego al sumar "arquitecto" a la búsqueda apareció esta página donde mencionan, entre los autores rosarinos de casas art noveau, a una empresa constructora llamada "Crexell e Hijo", por lo que supongo que esta casa era parte de lo edificado por dicha empresa. El estilo coindice, creo yo, aunque con cierto eclecticismo, ya sea por las ventanas más cuadradas y otros detalles que se me antojan más "racionalistas" (aunque lejos estoy de ser un experto en el tema).

Hace unos días, bajando por Laprida para hacer unos trámites por la costa, veo unas lonas que tapaban parte de la fachada. Iba distraido y tardé en darme cuenta de que ya habían demolido gran parte de la parte superior... El choque y el apuro me impidió sacarle fotos, pero después pensé ¿de qué hubiera servido? Odio ver como estas casas mueren. Prefiero quedarme con este recuerdo, que aquí les comparto, junto con el lamento.

Una de mis fantasías de millonario era poder comprar esta casa y restaurarla. No podrá ser. Tal vez el día de mañana, como me ha pasado con otras, pueda resucitarla, al menos en la ficción.

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