martes, 30 de junio de 2015

Pelayo y Cavour, dos anomalías en el Distrito Noroeste

Pasando por la zona de Barra y Juan José Paso, que no suelo frecuentar, me encontré de pronto con dos callejuelas que terminan en paredones, a mitad de cuadra. Sin ninguna señal de ningún tipo, sin siquiera estar pavimentadas. Calles fantasmas, que le dicen.

La primera:



La segunda:



Como se puede ver, la calle es casi un jardín compartido entre todas las viviendas.

Calles fantasmas. Anomalías. Ningún cartel las identificaba ni las mencionaba, no hay cloacas, zanjas, cordones, asfalto, nada. ¿Existen? Al principio no lo sé, pero investigo. El primer sospechoso: el muro enorme de las primeras dos fotos, que parecen dar a un enorme corralón de materiales para la construcción. No sería la primera vez que un edificio corta o desvía una calle.

Chequeo en Google Maps, pero no registra ninguna de las calles. No, para este sistema se trata de una manzana homogénea. Ya aprendí a no fiarme demasiado, porque este Google Maps obvia o silencia este tipo de anomalías, típicas de Rosario y otras ciudades. Hay que mirar más y mejor.

Como se ve el mapa común. Asoman un par de calles
desde el este... curioso.

Al mirar el mapa satelital, borroso como pocos, se ve mejor algo que sospecho.

El corralón que constituye gran parte de la manzana...
y dos calles más que se cortan justo a esa altura.
Pues sí, parece que ese mismo corralón impide que esas dos calles fantasmas se junten con lo que realmente son, la continuación de otras dos calles. Se vemos con cuidado, el trayecto de estas dos calles, Cavour y Pelayo, al ser extendidos sobre el corralón se unen perfectamente. Y para eliminar más dudas, la fuente oficial: el mapa de la Municipalidad de Rosario. Con fotografías aéreas, mucho menos borrosas:

La respuesta a casi todas las dudas. Dos calles que llegan hasta el 6000...
Y dos callejuelitas, más adelante, que tienen numeración 6100.

Marcadas, por si no se veían antes.

Como podemos ver, Pelayo se corta justo en la entrada del corralón, y Cavour... Cavour desaparece incluso antes, en mitad de la cuadra anterior, en un descampado cerrado por un muro. Una anomalía dentro de otra.

Así nos muestra Google Street View el final de Cavour. Una calle que, dos
veces seguidas y consecutivas, se corta a mitad de manzana.
No sé si hay otro caso en Rosario.

Así que resuelto el caso de las calles fantasmas. Por lo que tengo entendido, hace unos años se planteó un problema acerca de este final abrupto de las calles, con respecto a Pelayo. El dueño de una empresa de la zona compró un lote de terreno que incluía ¡un pedazo de la calle! Siendo el dueño legítimo (la culpa era de la Municipalidad, que hizo mal el loteo), se dispuso a cerrar su terreno con una pared, enfrentándose a los vecinos, que no quería quedar "encerrados", sin acceso a calle Garzón. Al tomar estado público el asunto, parece que la Municipalidad tuvo que corregir el dato de catastro y comprarle a esta empresa el pedazo correspondiente a la calle, para poder reabrirla. Cosa de no creer, realmente.

Ahora bien, tal parece que Cavour siempre estuvo de esa manera: cortada por un terreno. Vaya uno a saber de quién, porque nunca fue ocupado. Terreno que seguramente está mal loteado, pero como nadie se quejó, así se quedó. Con el tiempo el enorme descampado que se ve en las fotos satelitales fue cercado por un alto muro de ladrillos para evitar que fuera usurpado; antes era un basural a cielo abierto en escala industrial. Ahora el basural está en las veredas de tierra de la calle Garzón, que a esa altura es una inmundicia sin nombre.

¿Y cómo ve Google Street View a esas callejuelas fantasmas, a esos restos de Pelayo y Cavour? Así. Pelayo, la primera que descubrí, termina definitivamente frente a dos columnas (puede verse la sombra de una). Cavour, más sanamente, se pierde en una vereda de tierra, sin cordón, como las que abundan en toda la zona.



Sigo recorriendo y encontrando cosas curiosas y raras. La verdad, nunca sé qué voy a hallar mañana.

jueves, 25 de junio de 2015

San Luis y Pueyrredón

Es tan genial que tengo que ponerlo.

Es otra de esas cosas raras que encuentro con el celular, muchas veces sobre el colectivo, y que ahora me voy dando el lujo de colgar acá.

Con el surgimiento de muchos edificios total o casi totalmente vidriados, sobre todo locales comerciales, la costumbre de poner el nombre de la calle sobre la fachada corre... peligro.

Ya hemos visto en otras ocasiones casos de carteles de calles puestos a muy diferentes alturas, a veces sin que siquiera coincidan los nombres.

Aquí el caso es diferente, y tal vez más grave: simplemente NO TENER LUGAR para poner el cartel.

En la esquina de San Luis y Pueyrredón, así lo solucionaron. Sencillo, funcional, y algo minimalista. Eso sí, se lo puede perder entre tanto anuncio, y luego no sabremos en qué calle estamos.




sábado, 20 de junio de 2015

lunes, 15 de junio de 2015

Casa algo maltratada en Avenida Alberdi al 200

Paso por esta casa desde hace tiempo, y nunca puedo fotografiarla por falta de tiempo. Hace unos días, con poco tiempo pero el celular a mano, algo pude sacar.

Lamentablemente el ancho de la vereda, el hecho de no poder ponerme en la calle y no tener una cámara ayudaron a la poca calidad de la imagen. Encima estaba cayendo la tarde y los colores salieron apagados y con algo de ruido.

Pero al menos es algo. Esta casa parece abandonada. Siempre que pasaba parecía cerrada, tanto puertas como ventanas, pero hace un tiempo vi que su dueña estaba baldeando la vereda y por lo tanto estaba habitada. Por lo demás, está en bastante buen estado: sin grafitis ni grandes destrozos, ni remodelaciones apresuradas o malas.

De todas maneras le vendría bien algo de amor, algo que tal vez los dueños no puedan pagar. Como puede verse en algunas fotos, hay partes de la fachada que están desprendidas, principalmente algunas molduras y detalles menores y la estructura que corona la parte más alta, en la que se ven los ladrillos y tal vez había algún escudo o moldura especial.

A las ventanas también, ya que estamos, le vendría bien sacarles el óxido. Pero no se puede todo. Por lo menos la puerta cegada está tapiada prolijamente.

Si puedo, más adelante actualizo la entrada con mejores fotos.






jueves, 11 de junio de 2015

Pellegrini y San Nicolás

Curioso "reciclado" de partes de una casa antigua. La esquina y este esqueleto pertenecen a una concesionaria de autos usados. Realmente no se complementan bien; es una pena que ni siquiera haya quedado la puerta de acceso.

Casi que me da para ponerla como fallo, pero casi casi...


viernes, 5 de junio de 2015

Fachada mal remodelada en Laprida al 1100

Así como a veces alabo el reciclado de edificios, que evitan una demolición, a veces los resultados son tan feos y lamentables que me quedo pensando si no era mejor demoler todo y hacer algo nuevo, porque las cosas intermedias, mal hechas, son eso simplemente, cosas intermedias y mal hechas.

Hace tiempo veía que en este pequeño edificio de Laprida al 1100, a mitad de cuadra, a pocos pasos del teatro El Círculo, se lo estaba mimando. Incluso las molduras a la altura de la calle se las estaba pintando. Así que nunca pensé que esto:

La fachada en cuestión, gracias a Google Street View.
se convertiría en esto:
Foto tomada con mi celular, hace unos días.
La vieja y brutal costumbre de tapiar una puerta poniendo una barra de hierro vuelve a atacar. Que se lleven por delante una de las hermosas molduras no parece tener importancia. ¿Sinceramente no había otra forma de bloquear esa puerta? No recuerdo cuando, tampoco, se abrieron eras horrendas ventanas en el piso superior, que ni siquiera están revocadas por fuera. Sobrevive el cartel indicador del arquitecto/constructor, pero no sé si este estaría contento con el resultado.

Curiosamente pasé por ahí cuando estaban haciendo parte de las "remodelaciones". Me dio mucha pena, con esto no quiero atacar a los trabajadores que tienen que hacer lo que se les pide, pero realmente no sé si habrá detrás algún arquitecto responsable. La obra no tiene cartel municipal (como sí el edificio de al lado, que también está en reformas desde hace tiempo), por lo que intuyo que es algún capricho de los dueños, que simplemente mandaron a un par de personas a hacer estos trabajos. En la foto se los ve perforando una pared para poner los contadores que están instalados en la foto anterior.

Tengo que pasar por ahí muy seguido y realmente miro para otro lado. Es uno de los fallos más grandes que he visto, y para colmo cometidos sobre un edificio que no estaba deteriorado ni abandonado. Por lo menos, me conformo, esas dos molduras siguen en el pie. ¿Por cuánto tiempo?