domingo, 26 de abril de 2015

Fachada con cochera añadida en San Lorenzo al 3700

Tendemos a olvidar que las cosas, hace tiempo, eran diferentes. En su momento no existían los automóviles, o si estaban disponibles, eran caros de obtener y mantener. Lo cual hace que ciertas casas no demasiado antiguas, tal vez de la década del 20 o algo así, no tuvieran cocheras. En el presente, eso se refleja en muchos edificios en los que la habitación para el automóvil fue añadida después, a veces en detrimento de la armonía de la fachada. No hace mucho comentaba una de estas fachadas arruinada por una remodelación tan brusca como novedosa, en pleno siglo XXI.

El caso de hoy es diferente. Emplazada en calle San Lorenzo entre Constitución y Castellanos, en plena zona de la Terminal, es una casa que conozco desde hace tiempo. Como puede verse en la fotografía, la puerta original, angosta y alta, a la izquierda, ha sido removida y reemplazada por una puerta más ancha y baja, con espacio para un auto, generando una fachada realmente curiosa. Conservando el arco, se ha creado un espacio muy particular, en donde el pasado y el presente se mezclan de manera sobria, sutil, pragmática, sin parece una monstruosa aberración como en el caso anterior. Es un arreglo prolijo, por ponerlo en pocas palabras.

La foto además es bastante curiosa por su exclusividad: esta fachada es una de las pocas que no puede verse desde Google Street View porque al momento de pasar el vehículo que tomaba las fotografías, un enorme camión con acoplado tapaba esa y varias casas más a los costados. Así que si visitas la zona virtualmente, es fácil de pasar de largo.

sábado, 18 de abril de 2015

Casa ecléctica en San Nicolás y Pasaje San Carlos

Como otras veces, pasé de casualidad solo munido del celular, y había demasiado sol. Como consecuencia de eso y de mi apuro, aunque ya conocía la casa y no me sorprendió encontrarla, las fotos no son de lo mejor.

De todas maneras no deja de llamar la atención por su curiosa combinación de elementos, resaltados por el hecho de estar en una esquina. Y para colmo, al armar esta entrada, confirmo que la calle que intersecta a San Nicolás en ese punto es un pasaje, el San Carlos.

Como dije, estaba apurado cuando pasé y ni se me ocurrió meterme para inspeccionar esas dos cuadras. Pero es una llamada que responderé en algún momento. Así que les dejo una segunda foto y de yapa lo que me pudo dar Google Street View, en un momento en el que el árbol tapaba menos la otra parte de la casa y nos dejaba ver mejor la combinación de elementos.

Esta salió mejor encuadrada, al menos.

O el arquitecto estaba medio loco, o la casa fue reconstruida en
parte, porque la ochava no coincide con lo demás. Vaya uno a saber.
De fondo, el pasaje San Carlos, que exploraré en algún momento.

domingo, 12 de abril de 2015

Cine Cervantes, San Juan entre Santiago y Pueyrredón

A veces uno descubre cosas por casualidad. La última de estas fue la que generó esta entrada. Estaba haciendo tiempo por la zona de San Juan y Santiago y como no tenía ningún punto de referencia, me puse a dar vueltas a la manzana.

En un momento me llamó la atención un local comercial y me puse a mirar la vidriera. Al rato (la vidriera me interesó mucho) me di cuenta de que se trataba de un edificio reciclado, así que alcé la vista para ver de qué se trataba. Y entonces lo descubrí:

Lo primero que vi fue un balcón, y al alejarme un poco más pude ver toda la fachada. He aquí al cine Cervantes, uno más de todas esas joyas arquitectónicas que Rosario supo exhibir.

El hallazgo me encantó tanto que me motiva ahora a abrir una nueva categoría en el blog. Si lo pensamos bien, hay muchos lugares que debería visitar: el cine Urquiza, el Atlas, el Lumiere... y tantos más.

Rosario tiene una enorme historia en cuanto a salas de cine, y eso todavía se siente. Es una de las ciudades que mayor cantidad de entradas vende en el país, incluso según me han comentado personas de ese ámbito, se venden en proporción más entradas en Rosario que en Buenos Aires.

Así que rescatar el patrimonio arquitectónico relacionado a este segmento cultural y económico tiene, de alguna manera, muchas más ventajas.

Como puede verse, en este caso el Cine Cervantes fue reciclado parcialmente como estacionamiento, algo que le ha pasado a más de un cine rosarino, en parte porque es la transformación más sencilla que se le puede hacer a una estructura de este tipo. A la izquierda está el negocio que ya mencioné antes, hay una puerta que debe dar paso a las casas situadas en la planta superior, y a la derecha hay otro negocio.

Me deslumbró que la parte principal de la fachada siga en pie y además en perfecto estado, hermosamente pintada y sin grietas ni nada de ese tipo. Ojalá otras salas rosarinas estuvieran en este estado.

Pues nada más. Como yapa, una contracara, literalmente hablando. Casi frente a esta hermosa sala, en la vereda opuesta, una fachada tapiada y un edificio reciclado de manera algo... extraña.


miércoles, 8 de abril de 2015

Calle Pasco, en fascículos (I) y Cementerio de Disidentes

Hace tiempo que paso, con mayor o menor regularidad, por la zona de Avellaneda y Pellegrini. Y hace tiempo que vengo con ganas de anotar esta particularidad: el extraño corte que sufre la calle Pasco, cuando llega al Cementerio de Disidentes.

No es nada raro que un sitio así corte una calle o un pasaje. Pasa incluso con Avenida Francia, que se corta debido al Hospital Centenario y la Facultad de Medicina. Y Pasco se vuelve a cortar con el Parque Independencia, muchas cuadras al este. Pero este caso, como veremos, es particular.

En primer lugar, debemos hablar del cementerio en sí. Fundado en pleno siglo XIX (se creó en 1860 pero se trasladó al actual solar en 1878), este cementerio acoge los restos de muchas personas importantes de la historia rosarina, principalmente aquellas que profesaban la fe protestante o que no católica, y que cuestiones religiosas de la época no podían ser enterradas en cementerios católicos (de hecho como puede verse en este enlace, hay muchas referencias masónicas). Sin ir más lejos, recordemos que hasta José de San Martín está enterrado en la entrada de un templo católico porque era masón y no se lo pudo enterrar dentro cuando se repatriaron sus restos desde Francia.

Allí yacen enterrados, por curiosa ironía, los dos fundadores de los principales clubes de fútbol de Rosario, Isaac Newells (Newell's Old Boys) y Colin Calder (Rosario Central), lo cual habla de la gran influencia que tuvieron los ingleses en la ciudad, traídos principalmente por la industria de la carne y del ferrocarril. También existen registros de otras personas menos conocidas pero igualmente importantes.

Lamentablemente desde hace tiempo ha sido noticia por los robos que se perpetran dentro del mismo, ya que hay numerosas obras de arte y elementos de gran valor.

Como podemos ver, la fachada es sencilla y poco ostentosa. Los muros están recubiertos de vegetación, a diferencia de los de otros cementerios que son tremendamente altos e imponentes. Esta necrópolis no se separa mucho de los demás edificios de la zona, que se caracteriza por pocos edificios altos (aunque en frente hay algunos mucho más grandes que el promedio.)

Hablamos del Cementerio de Disidentes por todas estas particularidades, poco conocidas a veces por los mismos rosarinos, que no saben que existe o no lo ubican, pero también porque hacen a la cuestión de cómo se corta la calle Pasco en este punto. El cementerio es justamente el responsable de que, por tres cuadras (casi) completas, la calle no exista.

¿Qué vemos al acercanos? Si seguimos por la misma vereda del cementerio, desde donde saqué la foto anterior, llegamos rápidamente a la esquina de Pasco y Avellaneda. Como puede verse en la fachada de la casa de la esquina, la calle es doble mano, y de hecho, la senda peatonal nos avisa que debemos mirar a la derecha antes de cruzar, no vaya a ser que alguien venga y nos atropelle.

Sin embargo, si seguimos un poco más, veremos que eso es algo... difícil, al menos.

¿Por qué? Porque la calle se termina en medio del cementerio, un cuarto de cuadra más allá. Y ni siquiera termina con su anchura normal; se ahica progresivamente hasta desaparecer en un triángulo.

Foto desde la esquina poblada por los vivos. Por aquí todo avanza derecho.

La esquina contraria, una puerta lateral, de servicio, del mismo cementerio.

Como suele suceder, la calle(¿juela?) es utilizada por los vecinos como estacionamiento.

Así termina esta entrada, que se demoró demasiado. Nos despedimos alejándonos para ver las cosas desde la esquina contraria, ya cruzando Avellaneda. Vemos entonces que Google Maps nos miente un poco, por algunos metros: la calle no se corta en la avenida, como vemos en el mapa al comienzo de la entrada. ¡No tomemos los mapas aéreos como palabra santa! A veces nos traicionan.


Pasco es una de las pocas calles de Rosario que muere ya dentro de una manzana, y de hecho es una calle que muere y resucita varias veces en todo su recorrido. Espero más adelante poder retratar las otras veces que esto sucede.

jueves, 2 de abril de 2015

Publicidad tridimensional en Rosario

Hace mucho tiempo, una persona que vino de visita a Rosario desde Buenos Aires me comentó que le había sorprendido la gran cantidad de anuncios tridimensionales que había en la ciudad. Con esto se refería a todo tipo de elementos que sobresalían de las fachadas, como anclas, timones, trozos de autos, etc., dependiendo del rubro del negocio.

Este es un rasgo cierto, que lamentablemente se perdió en muchas zonas debido a nuevas ordenanzas municipales que tendían a reducir la contaminación visual. Toda publicidad que no siguiera la línea de la fachada se prohibió en las zonas más comerciales.

Tal vez la firma más "castigada" por esta ordenanza fue Airoldi, tradicional negocio de venta de aparatos electrónicos y computadoras. Miles de rosarinos compraron, en algún momento, algún dispositivo en esta firma, cuyo principal local está en pleno microcentro rosarino.

La única foto que pude conseguir que muestra
cómo se veía el susodicho. Está en este
enlace
, pero por alguna razón no puedo
ubicarlo en la galería de imágenes para
linkearlo directamente.
Fue así que para cumplimentar la ordenanza el teclado se desmontó y... ¿qué pasó con este ícono del centro rosarino? Pues se guardó. Hace ya varios años descubrí que estaba en almacenamiento en la casa central de la firma CX, que es parte de la empresa Airoldi, ahora dedicada a la fabricación de computadoras de escritorio y notebooks/netbooks. Si uno pasa de día por San Nicolás y 9 de Julio, puede verlo en el estacionamiento, tomando sombra y recordando sus buenos días.

Es bueno ver que no todo el pasado rosarino se destruye. Algunas partes, al menos, se guardan para otro momento.